miércoles, 25 de noviembre de 2009

Touché.

Ayer, al salir de una clase con niños de 5 años me despedí de Natalia. Natalia es una niña que se inventa dolores de alma para que el profe le haga más caso. Me despedí, decía, diciéndole a Natalia: Adiós, Mariflor. Entonces Natalia me respondió: Adíos maricón. Si la niña pudiese entender mi ironía, le hubiese contestado: Touché, porque se lo había puesto a huevo.

martes, 10 de noviembre de 2009

Comparaciones

Me hago una serie de preguntas:
  • ¿Quieres que tu país tenga relaciones con líderes autócratas que no respetan los derechos de mujeres, homosexuales y otras minorías?

  • ¿Quieres que tu país tenga relaciones con líderes oligarcas que, parapetados es falsas democracias, se pasan por el forro los derechos humanos?


  • ¿Quieres que tu país tenga relaciones con quien, detentando el poder de manera artera en su tierra y suprimiendo (de facto) derechos fundamentales como el de expresión, encima quiere intervernir en la política de otros países haciendo presión en la opinión pública mundial?


  • ¿Quieres que tu país tenga relaciones con un líder cuya cultura hace apología de la tortura y que tiene una larguísima historia manchada de sangre?


Si tu respuesta a estas preguntas ha sido no, un no rotundo y decidido, entonces te enseñaré a quien ostenta todas y cada una de las cualidades citadas:


Actualmente tu país tiene relaciones diplomáticas institucionales y económicas con este hijo de mil putas, heredero de una de las mayores mentiras contadas por boca humana y que se sienta en uno de los tronos más manchados de sangre (envidia de hitlers, stalines y mengueles que no le llegaron ni a la suela del zapato) de toda la historia de nuestra especie. Culpable de retrasos culturales y científicos durante siglos, de exterminio de pueblos y culturas, de miedos e infelicidades. Este hijo de puta (de La Gran Puta Católica) tiene incluso privilegios económicos y sociales mientras bajo la sotana esconde escoria y algún que otro menor violado (a los violadores los esconde mucho mejor). ¿Estás dispuesto a seguir permitiéndolo? Como todos, seguro que sí.